HOY NO ME FELICITO POR SER MUJER

Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales.
De creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres.
Y yo no soy inferior a ninguno de ellos.
Marie Curie

Hoy no me felicito por ser mujer. Ya lo hago todos los días. Estoy orgullosa de serlo y no me hace falta tener un día señalado para darme cuenta de ello.

Tampoco felicito a las mujeres de mi familia, mi entorno, mis amigas por ser mujeres. Estoy orgullosa de cada una de ellas todos los días del año.

No creo que el 8 de marzo sea un día para felicitar a las mujeres por el mero hecho de serlo. En los último años este día se ha ido pareciendo más al día del Padre, día de la Madre, del Niño o de miles de días más que se celebran, en parte impulsados por la industria del marketing y del consumismo, que a lo que realmente fueron sus orígenes.

Si a eso le unimos la excesiva politización y el interés de algunos/as por vincularlo a una corriente ultra feminista de la que, pese a quien le pese, muchas mujeres no estamos de acuerdo, entonces ya se acaba desvirtuando del todo el origen de este día.

No debemos olvidar que el Día Internacional de la Mujer tiene sus bases en los movimientos históricos de las mujeres, principalmente en Estados Unidos y Europa, que exigían justicia social y equidad con los hombres en los diversos campos de la sociedad.

En concreto, si queréis, podemos remontarnos al año 1908, cuando un grupo de mujeres trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York llevó a cabo una huelga en la que exigían mejores condiciones laborales y salarios más justos. Esta protesta se convirtió en un punto de inflexión en la historia de la lucha por los derechos de las mujeres.

En 1975, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas conmemoraron el Día Internacional de la Mujer por primera vez, el 8 de marzo.

Desde entonces, este día se ha convertido en una oportunidad para recordar la importancia de continuar trabajando por la igualdad de género y para denunciar las desigualdades, la discriminación y la violencia que aún enfrentan las mujeres en todo el mundo.

Dicho esto, quiero dejar claro una cosa. No tengáis duda que pienso que el día 8 de Marzo es un día para conmemorar y celebrar a las mujeres.

Pero no exclusivamente por el hecho de serlo.

1. Es un día para celebrar los derechos conquistados por las mujeres en todos los ámbitos y conmemorar la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos.
2. Es un día para recordar y denunciar, siempre de manera pacífica y con respeto, que todavía queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar esta deseada igualdad real entre hombres y mujeres.
3. Es un día para reconocer, de acuerdo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, las desigualdades que enfrentan las mujeres en las esferas económica, política, social y cultural.
4. Es un día para visibilizar, reconocer y felicitar a las mujeres por sus aportes a la vida económica, social, cultural y política, especialmente a aquellas que lo han tenido más difícil pero no han cesado en su lucha por la igualdad real en sus profesiones o responsabilidades.
5. Es un día para recordar las muchas, demasiadas, mujeres desaparecidas o asesinadas por violencia doméstica, pero, sobre todo, para seguir trabajando duro para que esto no ocurra.
6. Es un día para recordar la realidad de los datos más recientes de la ONU:

• 700 millones de mujeres no pueden acceder a las mismas opciones laborales que los hombres.
• Una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género.
• De las 500 personas en puestos de jefatura ejecutiva que lideran las empresas con mayores ingresos en el mundo, menos del 7% son mujeres.
• En los 92 años de historia que tienen los Premios Oscar, sólo cinco mujeres han sido nominadas en la categoría de Mejor Director. De las cinco, sólo una ganó el premio (Kathryn Bigelow).
• Y hasta 2086 no se cerrará la brecha salarial si no se contrarresta la tendencia actual.

Y aunque ya dije que no es un día, en mi opinión, para felicitar a la mujer por el mero hecho de serlo, si es un día para dar las gracias y felicitar:

• A todas aquellas empresas que incorporan a sus plantillas a las personas en iguales condiciones y salarios, sin importarle cuotas, ni si es mujer u hombre, o la edad que tengan, sino en función única y exclusivamente del talento, valía y desempeño profesional.
• A todas aquellas empresas que apuestan por la flexibilidad y la conciliación real de la vida familiar con la profesional.
• A todas las instituciones y organizaciones que, de manera real y sin importar intereses mediáticos o políticos, luchan por el empoderamiento de las mujeres y su inclusión efectiva en la vida política, económica y social.
• A los 99 países y territorios, qué, según el último informe de la ONU, incorporaron planes de acción sobre mujeres, paz y seguridad.
• A todas las mujeres que sea cual sea su ocupación y profesión, la realizan con profesionalidad, entusiasmo, honestidad y esfuerzo. Desde las que son presidentas de compañías, políticas, científicas, profesoras, empresarias, secretarias, asistentas, hasta las que deciden ser home manager o dedicarse en exclusiva a la crianza de sus hijos o cuidado de sus mayores.
• A todas las mujeres que apoyan, motivan, cuidan, valoran, acompañan e inspiran a otras mujeres todos los días del año.
• A todas las mujeres que apoyan, motivan, cuidan, valoran, acompañan e inspiran a los hombres todos los días del año.
• A todos los hombres que apoyan, motivan, cuidan, valoran, acompañan e inspiran a las mujeres todos los días del año.

Por todo esto si merece la pena celebrar este día.

Así es que Felicidades, pero, sobre todo,

GRACIAS

MI SUEÑO SERÍA UNA SOCIEDAD MULTICULTURAL, DIVERSA Y DONDE CADA HOMBRE, MUJER Y NIÑO SEAN TRATADOS IGUALMENTE.
SUEÑO CON UN MUNDO DONDE TODAS LAS PERSONAS DE TODAS LAS RAZAS TRABAJEN JUNTAS EN ARMONÍA.

NELSON MANDELA